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Desde el inicio de este proceso electoral me comprometí a llevar a cabo una campaña de propuesta y no de denostación.
Al firmar en compañía de los candidatos a la Presidencia Municipal por los Partidos Acción Nacional, Movimiento Ciudadano y Humanista el pacto de civilidad, dejé constancia de este compromiso.
Durante el transcurso de la campaña he sido congruente con este acuerdo y en ningún momento he emitido un mensaje de descalificación o confrontación en contra de candidato alguno, por el contrario, mi persona y mi familia han sido objeto de ataques que agreden mi honra y mi honorabilidad.
Al comunicar al Dirigente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos mi decisión de no asistir al debate organizado por esa institución, advertía sobre el clima de violencia que se había ido generando y el riesgo de radicalizar a la comunidad universitaria y que de ninguna manera abonaría con mi presencia a enrarecer más el clima electoral.
Los hechos ocurridos en el campo universitario, evidencian que no es posible transitar en paz cuando se apuesta a la violencia; repruebo la agresión que sufrió el candidato del PRD y lamento profundamente que el proceso electoral se ensucie de esta manera.
La espiral de violencia que se ha propiciado por una estrategia electoral equivocada, se hizo patente el día de hoy durante el encuentro de candidatos al que fuimos invitados por la Cámara Nacional de Comercio de esta ciudad, pues de las palabras se ha pasado a los hechos y el candidato del PAN fue arteramente agredido a su llegada a la sede de este organismo empresarial.
Mi solidaridad a mi compañero de Legislatura Luis Miguel Ramírez Romero.
Nos pronunciamos enérgicamente en contra de cualquier manifestación violenta que ponga en riesgo no sólo la integridad física de los candidatos, sino en general la de cualquier militante, simpatizante o ciudadano, sea del partido que fuere.
En una ciudad convulsionada por la inseguridad, las expresiones de violencia, física o verbal que se han puesto de manifiesto durante este proceso electoral, sólo contribuyen a deteriorar la imagen ya de por si negativa que proyecta nuestra Ciudad al exterior: Ni Cuernavaca ni los cuernavacenses merecemos esta imagen.
En lo personal, reitero el compromiso asumido desde el inicio de esta campaña, no caeremos en provocaciones ni caeremos en el estéril recurso de la descalificación; seguiremos con una campaña de propuesta para que el siete de junio, los ciudadanos decidan, de manera libre y sin presión alguna, el destino de Cuernavaca.
Exhorto respetuosamente a los demás candidatos a conducirse con responsabilidad, evitando que un clima de violencia pueda ensuciar un proceso que debe caracterizarse por su apego a la legalidad para dar certeza en los resultados de la elección.
Hago un llamado respetuoso al Gobernador del Estado para que asuma su responsabilidad y garantice la integridad física de los candidatos y, sobre todo, garantice la paz social.
