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En la audiencia de vinculación a proceso realizada este fin de semana en la Sala 1 del Centro de Justicia Penal Federal del Estado, en contra de los 18 «presuntos sicarios», detenidos la tarde del sábado 4 del presente mes por elementos de la Policía Morelos Cerca de Tí, imputados por la Procuraduría General de la República por el delito de Asociación Delictuosa, al menos siete, testigos y vecinos, coincidieron en señalar que fueron capturados dentro del rancho propiedad de unos de ellos localizado en la colonia La Cuadra de Yautepec, a donde irrumpieron los policías, para someterlos, golpearlos, torturarlos y robarles hasta la comida y la despensa que tenían.
De esta manera en la audiencia de vinculación, uno de los abogados defensores, Naiby Rios Sandoval, ofreció como medio de prueba la declaración de estas siete personas, testigos del hecho registrado el día señalado, alrededor de las 16:00 horas así como un peritaje en materia de dactiloscopia, en el que se demuestra que ninguna de las nueve armas de fuego, ocho largas una corta, que según el Comisionado Estatal, Jesús Arberto Capella Ibarra les decomisaron, tenía sus huellas.
Fue así como Floriberta A. O. de 39 años de edad, declaró ante la jueza el día de los hechos a se encontraba en compañía de su esposo, Rodolfo «N» y dos de sus hijos: José Rodolfo «N» y Francisco «N», además de su empleada doméstica María Concepción «N» de 47 años de edad y otros dos de los detenidos Felipe «N» y Jesús «N», en su rancho, localizado en la colonia a Cuadra, municipio de Yautepec.
Floriberta «N» dijo que vio un helicóptero sobrevolando su propiedad y a los pocos minutos escuchó fuertes golpes en el portón de su casa y en segundos unos 20 hombres armadas y encapuchados se metieron a su propiedad y con palabras obsenas y a golpes sometieron a todos los que ahí se encontraban.
Agregó la declarante que dos mujeres policías la sometieron y la golpearon, pero además le quitaron sus aretes y su teléfono celular, al tiempo que otros policías hacían lo mismo con otros de sus familiares, destacando que nunca les dijeron porque estaban ahí, que buscaban o de que los acusaban, pero si reclamaban los hacían callar a golpes.
Dijo además Floriberta «N» que ella vio como los policías se comieron la comida que había preparado para su familia, pero además como en bolsas se llevaban su despensa, otras cosas personales de valor, dinero y electrodomésticos.
No conformes con esto uno de los policías que iba al mando le operativo le exigió a ella las llaves de una de las camionetas que estaban en su rancho, pero ella no supo decirle donde estaban y finalmente alrededor de las 19:30 horas, los policías se retiraron del lugar.
Siguió diciendo la agraviada que a ella y a su empleada doméstica, los policías las dejaron encerradas en un cuarto y cuando pudieron salir a buscar a su esposo, pero sólo encontraron a su hijo adolescente, Francisco «N» atado a un molino.
La declaración dada por Floriberta «N» a la autoridad judicial federal, coincidió con la versión de su trabajadora, María Concepción, quien también se presento ante la jueza como testigo.
Por igual Cirilo «N» y Gabriel «N» vecinos de los agraviados declararon que al ir caminado en las inmediaciones del Rancho de su vecino Rodolfo, fueron cuestionados y les impidieron los policías que pasaran cerca del inmueble, pues les indicaron que se estaba realizando un operativo.
Minutos después Cirilo dijo que vio cuando policías en convoy salía del Rancho, llevándose cinco camionetas, propiedad de su vecino, con las que enfilaron rumbo a Jojutla.
Otro testigo de los hechos, Abad «N», el veterinario que esa tarde acudió al Rancho para revisar el ganado de Rodolfo, explicó que providencialmente se retiró minutos antes de que llegaran los policías, pues salió a comprar unos medicamentos, no corriendo la misma suerte su auxiliar quien fue detenido junto con el dueño del Rancho, acusado de cometer varios delitos.
Se señaló además por parte de los testigos que igual suerte corrió Moíses «N», un albañil, quien no había cumplido ni una semana de estar trabajando en el Rancho y por igual fue detenido, asegurando su esposa Sandra «N» que ella fue testigo de cómo lo golpearon y se lo llevaron sin justificación ni orden legal alguna.
Finalmente tras la declaración de los testigos y de los mismos imputados, la madrugada de este domingo 12 de marzo, la Jueza Federal ordenó la reclasificación del delito por el de portación de armas y posesión de cartuchos y cargadores, y dicto el auto de vinculación a proceso en su contra.
Pero en su resolución, la juzgadora reconoció que existen dos versiones sin embargo debido a la etapa del proceso en que se encuentra el caso «donde se requieren de datos mínimos» impuso un plazo de investigación de dos meses, luego de que al día siguiente de la captura de «los 18 presuntos sicarios», el Comisionado Estatal de Seguridad. Jesús Alberto Capella Ibarra, en sus cuentas de redes sociales, informó de esta captura del decomiso de 9 armas de fuego, 359 cartuchos y seis vehículos, destacó que podrían ser los responsables de los más recientes hechos violentos registrados en el Estado y que se estaba investigando a que grupo criminal pertenecerían.
