500 policías de Morelos están bajo investigación acepta Alberto Capella Ibarra

Para el Comisionado Estatal de Seguridad, Jesús Alberto Capella Ibarra, «una gota no hace tormenta» al hacer referencia al caso de los dos policías del Mando Único de Xochitepec, detenidos por sus presuntos nexos con la delincuencia organizada, recalcando que estos fueron capturados como resultado de meses de investigación, por amenazar con secuestrar a un mando superior y causarle daño a su familia, para que cooperara con ciertas actividades delictivas, pero que nada tienen que ver con el crimen de la alcaldesa de Temixco Gisela Mota.

Sin embargo expuso que a raíz de esta detención que aseguró es parte del proceso permanente de depuración de las corporaciones policiacas, política pública de la presente administración es que habría salido a relucir que uno de los dos detenidos Gerardo «N» o Salvador «N», identificados por el jefe policiaco por las siglas de sus nombres como «GMC» y «SHS», tendrían que ver con el intento de secuestro y homicidio del ex alcalde de Cuernavaca Manuel Martínez Garrigos, pero en este sentido expuso la Fiscal Antisecuestros Adriana Pineda Fernández, quien asistió a la rueda de prensa convocada por Capella Ibarra y a la que por igual estuvo presente el Fiscal General Javier Pérez Durón, no fue una información emitida por ninguna de estas dependencias sino fue resultado de la audiencia celebrada ante la Justicia Oral.
Capella Ibarra destacó que desde hace aproximadamente tres meses él revelo que cerca de 500 elementos de los 5 mil 224 policías que hay en el estado, no cumplían con los requisitos para seguir fungiendo como tales, de estos dijo a la fecha se les han iniciado procedimientos administrativos en Asuntos Internos, detallando que 43 se iniciaron en 2014, 80 en 2015 y 21 en lo que va de 2016, pero explicó que en muchos casos como los uniformados dependen administrativamente de los municipios, por falta de presupuesto o por que se tiene que cumplir y agotar el procedimiento legal respectivo, para no permitir que sean separados del cargo y en tribunales ganen su reinstalación y se les tengan que pagar grandes cantidades de dinero y además sean reinstalados en sus puestos, aseguró todos estos elementos detectados con alguna irregularidad o riesgo «están asignados en lugares donde no pueden hacer daño a la sociedad, donde no representan ningún peligro».
Cuestionado sobre el caso de los dos policías detenidos por sus vínculos con la delincuencia organizada, secuestro y homicidio en grado de tentativa y sus exámenes de control y confianza a los que obligadamente se someten todos los uniformados, expuso que cada tres años se realiza esta evaluación y que estaba por vencer este plazo en ellos, pero argumento que dichos exámenes son importantes pero no determinantes para prevenir una mala actuación como servidores públicos, porque aseguró que «en 24 horas un policía puede modificar su conducta a consecuencia de un trastorno emocional o familiar», pero por otra parte reveló que aproximadamente desde hace diez meses estaban investigando a los hoy detenidos.
Finalmente Capella Ibarra aseguró que no se permite ni permita ninguna de estas conductas ilícitas en los elementos policiacos para que puedan participar en delitos de alto impacto que tanto dañan a la ciudadanía, aseverando que en este caso se evito que lo hicieran y que siempre darán la cara pese al costo en imagen que esto pudiera tener.
En este tenor y en el marco de la depuración permanente de las filas policiacas, anunciado por Capella Ibarra, se le cuestiono el por qué si desde hace meses se ha señalado insistentemente la complicidad de elementos policiacos del municipio de Huitzilac al menos con delincuentes dedicados al robo de gasolina no se ha hecho nada al respecto, argumento que se han dado resultados importantes con el apoyo de las autoridades federales, aunque en la reciente captura del presunto cabecilla de «Guerreros Unidos» en la comunidad de Coajomulco, Nicolás Nájera Salgado apodado «El May o El Tio», estas autoridades federales no tomaron en cuenta a las corporaciones locales, a pesar de la importancia delictiva del personaje.