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Por medio de un operativo desplegado por militares, policías de Investigación Criminal y Peritos de la Fiscalía General, en la calle Lerdo de Tejada en el número 25, en pleno centro histórico de Cuernavaca, habrían sido detenidos entre 7 y ocho presuntos tratantes de personas, entre ellos dos mujeres, quienes al parecer se dedicaban a enganchar jovencitas con el pretexto de capacitarlas para conseguirles empleos bien remunerados de secretarias, pero que se presume las prostituían.
El despliegue militar y policiaco inició alrededor de las 15.15 horas cuando llegaron de manera sorpresiva al lugar, justo frente a la peluquería «La Moderna», para irrumpir en el primer piso, una veintena de agentes policiacos, peritos y militares, quienes de inmediato cerraron la calle a la circulación vehicular y al paso peatonal.
Esto provocó el temor y la curiosidad de ciudadanos, comerciantes y trabajadores de los negocios aledaños, pues los más preguntaban si se trataba de «un secuestro, un crimen o un asalto», al tiempo que algunos de ellos cerraban las cortinas de sus negocios y establecimientos.
Después de casi dos horas de especulaciones, alrededor de las 17.30 horas culminó el operativo, quedando sellado por la Fiscalía General la puerta de acceso al inmueble, logrando saberse de manera extraoficial que habrían sido detenido e ntre siete y ocho personas entre ellas dos mujeres.
Momentos antes, casualmente paso por la avenida Morelos, muy cerca del lugar donde se realizaba el operativo, el Fiscal General, Javier Pérez Durón cuando se dirigía al Congreso del Estado donde comparecería por el caso de «Las Fosas de Tetelcingo» y ante los cuestionamientos de reporteros sólo confirmó que si era un operativo encabezado por sus colaboradores con el apoyo de militares, pero negó que se tratara de un caso de secuestro.
Al terminar el operativo, comerciantes y vecinos del lugar, revelaron que constantemente, desde principios de año, cuando comenzaron a operar estos «capacitadores», llegaban a preguntarles «donde es donde capacitan y contratan personal», principalmente jovencitas, además de que «ya había ciertos rumores de que algunas de las mujeres que recibían capacitación habían desparecido».
Otros más aseveraron que «los mismos que tenían aquí su escuela y bolsa de trabajo, tenían otras oficinas en la calle de Leyva en la parte alta de otra peluquería».
