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Esta mañana María Esther Álvarez Suárez ex esposa de Manuel Martínez Garrigós ex acalde de Cuernavaca difundió un video donde señala que su ex pareja la mandó desalojar con la fuerza pública de su domicilio.
Según denuncia de la familia María Esther Álvarez Suárez se firmó un convenio desde hace cinco años de pensión alimenticia para las hijas de la ex pareja pero esta se ha incumplido desde el año 2014 por parte del ex acalde.
El problema se convirtió en acciones legales por parte del ex alcalde contra su ex pareja quien hoy en un video difunde que está siendo desalojada con la fuerza pública de subida de Alarcón 249 casa 5 de Villa de Monserrat sin importar que hay dos menores de edad dentro.
Lo que ocurría con la propiedad es que esta sería depositada ante un juzgado a favor de la hijas de Manuel Martínez pero lo que habría pasado es que la propiedad en realidad sería del padre de Manuel Martínez y abuelo de las menores por lo que María Álvarez explicó que la juez y ella fueron sorprendías por Manuel Martínez por el deposito que se hizo del inmueble sin ser de su propiedad.
RESPONDE MANUEL MARTINEZ MEDIANTE COMUNICADO
A la opinión pública:
Ante los hechos privados y personales que han ocurrido en el día de hoy, y ante las acusaciones que se han vertido sobre mi persona, deseo comunicar lo siguiente:
1.- Siempre he sido un padre comprometido con mis hijas e hijo, a quienes amo con todo mi ser. Lo he sido moral y jurídicamente. Cumpliendo con mis obligaciones y, sobre todo, con mi compromiso como padre responsable, y por el amor incuestionable que les profeso a mis hijas, siempre las he proveído de un hogar, y me he preocupado de que todas sus necesidades sean cubiertas.
2.- Aunque el divorcio fue la única opción para nosotros en ese momento, siempre he buscado darles el amor que se merecen. Por ese motivo, tras la separación con María, comenzaron a vivir en una vivienda propiedad de mi padre, bajo el acuerdo de que fuera de manera temporal mientras encontrábamos, conjuntamente, un lugar más idóneo para mis hijas. Nunca se acordó, ni se dispuso legalmente de ningún modo, que fuera la residencia definitiva.
3. Desde ese momento, me encomendé la tarea de encontrar el mejor hogar para mis hijas, y que cumpliera con todas sus necesidades. Hace más de un año, encontré el lugar que podría cumplir con esas características, una casa en la colonia Vista Hermosa, Cuernavaca, y se lo hice saber a la madre de mis hijas, que, sin motivo alguno, desde el primer momento se negó a cualquier cambio.
4. Mi ex cónyuge, María Esther Álvarez Suárez, a quien respeto y aprecio, ha mantenido siempre una aptitud de confrontación, llegando incluso a negarse a dejarme ver a mis hijas durante más de un año, hasta que el Juzgado Sexto, en materia familiar, del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Morelos, se manifestó al respecto y la convidó a dejarme ver a mis hijas, y aún así, sólo pude convivir con ellas en tres ocasiones durante un año.
5. Por ello declaro que no es cierto que esté negándole ningún derecho a mis hijas, sino todo lo contrario. Deseo que tengan un hogar seguro y cómodo, que cumpla con todas sus necesidades, y donde puedan ser felices y, sobre todo, sentir el amor de sus padres, aunque estemos separados.
6. Desde que nacieron mis hijos, hice un juramento, que, de una manera u otra, siempre buscaría su bienestar. Esta es una situación muy dolorosa para mí, y que tiene como principales víctimas a mis hijas.
7. Pido, desde el amor más extremo que siento por mis hijas, y de la manera más humilde, que no se utilice públicamente este tema para atacarme políticamente, ya que el daño se le hace a dos pequeñas niñas.
Sin más que expresar por el momento, más que mi profunda tristeza ante esta situación, me despido quedando a la orden, como siempre lo he hecho en todos los ámbitos de mi vida.
MMG.
