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El sismo del 19 de septiembre dejó graves daños en el territorio morelense: 74 personas perdieron la vida y al menos 30 mil viviendas resultaron afectadas.
Una de las comunidades que más sufrió los efectos del sismo fue Hueyapan, en el municipio de Tetela del Volcán, con 2 mil viviendas y 300 familias damnificadas.
Ante ello, el ‘Club Chinelos de Nueva York’ y miembros de la Iglesia Adventista del condado de Queens, en Estados Unidos se organizaron para recolectar ayuda humanitaria y enviarla hasta Morelos.
“Comida, alimentos no perecederos, también tiendas de campaña, bolsas de dormir, lonas, ropa de invierno que le llamamos allá, porque esta área es fría, son los altos de Morelos, entonces la comida se trae en tráileres, dieron una… la donación que se junto en Nueva York a la Universidad del Estado de Morelos y las tiendas de campaña las hemos traído personalmente, individualmente”, dijo Aurora Morales, miembro del Club Chinelos.
Aurora y su compañero Alex fueron esta vez los emisarios del Club Chinelos para entregar en Hueyapan casas de campaña y bolsas de dormir a algunas de las familias que perdieron sus viviendas y que duermen prácticamente a la intemperie, bajo lonas de plástico o pedazos de cartón.
“Los migrantes morelenses hicimos esa lista y de eso les dijimos que la prioridad más grande era el techo o sea las tiendas de campaña. Por ahora nos gustaría que colaboraran también en ayudarles a reconstruir las viviendas porque este clima no permite pasar una buena noche, entonces ése es nuestro siguiente paso”, dijo Aurora.
Luego del sismo la vida de muchos habitantes de Hueyapan cambió, ya que perdieron todo, como Camila Maya, una de las beneficiadas con las casas de campaña quien vive con su esposo y sus tres hijos.
“Cambió mucho, pus no tenemos nada, ni trastes, sillas se quebraron, todos los trastes se quebraron… sí, se cayó, se cayó toda mi casa, se quedó aplastadito”, dijo Camila.
Tras perder su casa, Camila y su familia vivían en una casa de láminas de cartón, que no era suficiente para no sentir el frío de la zona, en las faldas del Volcán Popocatépetl, y sobre todo el agua en esta temporada de lluvias, por lo que agradeció la entrega de esta casa de campaña y las bolsas de dormir.
“Me siento feliz, feliz porque ya no nos vamos a mojar con mi familia y muchas gracias”, dijo.
Marisol, quien vive con su esposo y su hijo, fue otra de las personas beneficiadas con este apoyo.
“Nos entregaron ahorita, gracias por la casa de campaña a los amigos de Nueva York, gracias, que Dios les pague y les dé más”, agradeció Marisol.
A pesar de realizar una labor humanitaria, la entrega de estas casas no ha sido fácil debido a la intransigencia de las autoridades aduanales en México.
“No es fácil, tuvimos que dejar varias porque llegando aquí a México la Aduana nos… ya saben que traemos ayuda humanitaria, cada fin de semana nos ven y nos vuelven a detener, verdad? Abren la maleta y miran qué es, les mostramos la carta, yo traigo los recibos por si acaso, les mostramos fotos de que las estamos dando, porque es el mismo tipo de carpa que ellos ven en el paquete el que está en la foto porque ya repartimos, ese es el desafío, el inconveniente que tenemos, nos gustaría mucho que colaboraran más porque esto es una ayuda humanitaria, es una necesidad, no es turismo”, lamentó Aurora.
Pero la ayuda no termina ahí, Aurora y Alex informaron que los migrantes de Nueva York se dieron a la tarea de conseguir apoyo para ayudar a las personas que perdieron sus casas a reconstruirlas.
“Estamos identificando a las familias que una organización ya se comprometió a ayudarles a reconstruir, entonces ya llegamos ahora con un reporte más preciso, quiénes son, cuántos miembros de esa familia, cuál es la dirección de ellos, para que ellos puedan darle seguimiento a la promesa que hicieron de ayudarles a reconstruir”, dijo Aurora.
Adela Ariza, otra de las personas beneficiadas, además de agradecer la ayuda aseguró que tiene confianza en que el pueblo de Hueyapan se levantará y sus casas volverán a estar de pie.
“Me va a ayudar muchísimo, muchísimo, de verdad de todo corazón se los agradezco y las personas que nos están apoyando, de verdad, muchas gracias y yo le pido a Dios que les dé más trabajo, vida y salud, de verdad, de todo corazón se los agradezco muchisísimo, no sé quiénes sean las personas, pero se los agradezco de verdad, me dan ganas de llorar pero me aguanto, no debo, porque yo tengo la esperanza y tengo fe de que se va a volver a hacer mi casa”, aseguró Adela.
Los enviados del Club Chinelos volaron de regreso a Nueva York este domingo debido a que trabajan y estudian, pero aseguran que sus visitas a Morelos continuarán los fines de semana para traer hasta las zonas afectadas ayuda humanitaria y apoyar en la reconstrucción de la comunidad.
