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Vecinos de la Colonia Emiliano Zapata de Jojutla, la denominada zona cero tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, enfrentan un nuevo riesgo: las vibraciones que producen en sus casas el paso de vehículos pesados por la Calle 18 de marzo.
En esta vialidad decenas de casas cayeron la tarde del terremoto y otras más tuvieron que ser demolidas por los daños estructurales que sufrieron.
Algunas de las familias damnificadas comenzaron a reconstruir sus viviendas un año después del temblor, con el apoyo económico que recibieron durante la pasada administración federal.
Otras, como la de Elizabeth Salgado Maldonado, apenas, dos años después del terremoto, han comenzado a reconstruir sus casas con la nueva dispersión de recursos que lleva a cabo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Tras enfrentar la pérdida de su patrimonio, familias como la de Elizabeth han tenido que sortear las inclemencias del tiempo en una carpa de plástico donada por fundaciones internacionales. Robos, enfermedades y hasta una inundación son parte de la historia de decenas de familias de la Calle 18 de marzo.
Ahora deben enfrentar el temor de que sus casas se dañen por el movimiento que produce en el suelo el paso de autobuses y camiones de carga.
“Estamos viviendo este tráfico, como pueden ver aquí pasan pues diferentes rutas y muchos autobuses, están pasando, ahorita está pasando mucho autobús porque aquí adelante está la autopista que se llega más rápido a Puebla y a diferentes lugares, entonces pasa mucho tráfico y muchos autobuses más que nada”, dijo Doña Elizabeth.
Los muros de su casa que hace apenas unos meses levantó ya tienen grietas.
Ella asegura que es debido a las vibraciones que producen los camiones.
“Lo que pasa es que mire, si se da cuenta la tierra quedó frágil, hay movimiento, cada vez que pasa un carro aunque sea pequeño, hay movimiento, entonces cuando pasa un autobús pues se mueve más, la pared de aquí ya se cuarteó y es el movimiento y aparte me preocupa la seguridad de nosotros, más de los niños que los mandan al mercado, los mandan a la tienda y ahorita por el material (deben caminar a un lado de la banqueta), de hecho la banqueta es corta, no es grande”, expresó.
Los vecinos de esta calle aseguran que el flujo de automóviles aumentó desde que comenzó a operar la Autopista Siglo 21, que conecta a Morelos con el estado de Puebla, pues entronca con la carretera de cuota.
Además camiones y autobuses de pasajeros utilizar esta calle porque, aseguran los vecinos, el Ayuntamiento ordenó impedir su circulación por las avenidas principales de Jojutla.
“Cerraron la Avenida, en la Avenida ya no pueden pasar carros grandes, pesados, esto ya será hace algunos meses, será como medio año”, dijo la vecina.
La petición que han realizado a las autoridades municipales es que se impida la circulación de vehículos pesados en la zona cero y que se investigue si el suelo en la colonia resultó dañado tras el sismo.
