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Cada año en el municipio de Tepoztlán el Día de Muertos se celebra de una manera diferente pero respetando la tradición mexicana.
Antes de la llegada de los fieles difuntos personas de diferentes lugares llegan al municipio a vender principalmente chilacayotas, flor de cempasúchil, flor de cocosacton (flor nativa del pueblo), muertes de carrizo, papel picado, velas, copal entre otras cosas que componen la tradicional ofrenda.
Posteriormente el día 28 de octubre algunas familias esperan a sus difuntos, esa fecha se le conoce como el día de los accidentados. El día 31 del mismo mes en la mayoría de los hogares esperan a los pequeños que se adelantaron y murieron por diferentes razones.
El día 1 de noviembre en todas las familias esperan a los adultos que fallecieron por diferentes circunstancias. Sin embargo, ese mismo día al caer la noche niños, adultos y turistas que visitan Tepoztlán salen a pedir dulces portando una chilacayota (similar a una sandía), una muerte de cartón o carrizo diseñada como la persona le guste. Mientras se pide dulces las personas tienen que cantar «una limosna para mi calavera» o «mi calavera tiene hambre no hay un pedazo de pan, no se lo acaben todo déjenos la mitad, taco con chile taco con sal la calavera quiere cenar»
Cabe destacar que esta tradición mexicana en el pueblo tepozteco se repite a los ocho días, es decir nuevamente el 7 y 8 de noviembre las familias vuelven a poner sus ofrendas esperando a sus difuntos como un símbolo de despedida y esperarlos el siguiente año. En la noche se vuelve a pedir dulces.
