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En el poblado de Ocotepec, al norte de Cuernavaca, un lugar que se rige por usos y costumbres desde anoche cada cruz y cada imagen de la iglesia católica se cubrió con tela morada en señal de luto para recordar la pasión y muerte de Jesús en este viernes santo.
Desde las 8:30 de la mañana comenzó la oración del viacrucis en sus 14 estaciones dentro del atrio de la parroquia de Ocotepec que dirige el sacerdote Javier Martínez quien explicó que este viernes es para vivir la presencia de Jesús en nuestras vidas.
“Que vivamos la presencia del señor en nuestras vidas de una manera penitencial de reflexión, que nos asociemos un poquito salvadora de Jesús” dijo.
Explicó que Jesús nos amó y dio la vida por nosotros de manera gratuita y los seres humanos tenemos que responder a esta acción con gratitud y de manera responsable. Por eso, hoy en las 14 lecturas se reflexionó sobre la violencia, los robos, los asaltos y esa indiferencia con que la sociedad hoy solo observa cómo se cometen asesinatos y delitos en cualquier parte de México.
Afuera de la iglesia la representación de la pasión de cristo cumplió 199 años y para ello integrantes de la comunidad realizaron el viacrucis viviente. que llama la atención a propios y visitantes porque hay golpes y sangre de verdad al momento que los soldados azotan a Jesús camino a su crucifixión.
En esta ocasión Jesús fue interpretado por el joven Marcelo Ballastra de 35 años, quien lo hace por segundo año consecutivo bajo la dirección escénica de Luciano Tapia.
En Ocotepec vivir la pasión de cristo es una herencia que va de generación en generación porque lo mismo se observa adultos mayores que niños en brazos acudiendo a esta representación al norte de Cuernavaca.
