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Emiliano Zapata, Morelos.- En un giro que parece sacado de una comedia de enredos barata, el alcalde Santos Tavares García convirtió lo que debía ser una inauguración triunfal de una red de agua potable en la colonia Tres de Mayo (o Lomas de Trujillo, dependiendo de si el GPS del ayuntamiento anda tan perdido como los funcionarios) en un espectáculo de caos controlado por cero segundos. Sí, el mismísimo edil, en un arranque de ego, decidió subirse a una retroexcavadora para «dar el banderazo» literal… y terminó dando un banderazo al sentido común.
Era miércoles por la tarde, hora en que los vecinos de la zona esperaban ver cómo el agua corriente llegaba por fin a sus hogares, no cómo un poste de luz de concreto se tambaleaba como un borracho en fin de fiesta. Tavares García, luciendo más como un experto en obras públicas, trepó a la máquina, mientras su equipo de trabajo intercambiaba miradas de pánico disimulado.
Pero oh, sorpresa: el alcalde, que presumiblemente confunde los controles de una retroexcavadora con los de un videojuego de los 90, perdió el control en cuestión de instantes. ¡Bam! La pala de la máquina impactó de lleno contra el poste, que cedió como un dominó en cadena.
El armatoste de concreto, cargado con cables de energía eléctrica, se inclinó precariamente hacia la multitud, provocando un éxodo bíblico de vecinos y funcionarios que corrían para salvar su vida.
Afortunadamente nadie resultó herido. Solo unos cuantos corazonazos acelerados y un par de selfies virales que ya circulan por redes.
Sirva el ejemplo para dejar que los expertos hagan su trabajo y que los funcionarios públicos eviten acciones de lucimiento innecesario.
