
Ciudad de México, 12 de noviembre de 2025 – Si hoy has notado que las luces de tu casa titilan como en una película de terror, que tu internet se congela en el peor momento o que el GPS de tu celular te manda por un camino equivocado, no estás loco: es culpa de una tormenta solar de nivel G4 (severa) que azota la Tierra, incluyendo México. No es un sabotaje ni un problema de la CFE o Telmex; es el Sol lanzando una «tormenta de partículas» que sacude nuestro planeta
Según el reporte Especial de Clima Espacial, SCIESMEX-UNAM (11 de noviembre de 2025) estas tormentas no afectan la salud humana solo los sistemas de telecomunicaciones y eléctricos.
Imagina el Sol como un horno revuelto: cada 11 años entra en una fase de «locura» con manchas solares que explotan. La madrugada del 11 de noviembre, a las 3:00 horas, una de estas regiones activas soltó una fulguración solar –una llamarada brutal– seguida de una eyección de masa coronal (EMC), una nube masiva de gas y partículas cargadas que viaja a 1,400 km por segundo.
Es como si el Sol escupiera una bola de nieve electromagnética del tamaño de varios Júpiter. Esta nube llegó a la Tierra hoy, entre las 12:00 y las 15:00 horas (tiempo del centro de México), chocando contra nuestro campo magnético –ese escudo invisible que nos protege de la radiación solar.
El impacto genera una tormenta geomagnética G4: el campo se «sacude» violentamente (con un índice Kp de 8 o más, y variaciones magnéticas extremas de -200 nanoteslas o peor). En México, esto se siente desde anoche, con reportes de parpadeos en la CDMX y estados del norte.
¿Por Qué Causan Apagones y Fallas en Comunicaciones?
La tormenta no quema cables ni hackea servidores; solo crea «ruido» temporal en todo lo que usa electricidad o señales magnéticas.
Las líneas de alta tensión son como antenas gigantes. La sacudida magnética induce corrientes extras en ellas, como un «fantasma eléctrico» que sobrecarga transformadores. Resultado: luces que parpadean, cortes breves o fluctuaciones en subestaciones. No es un blackout total, pero sí lo suficiente para que sientas el bajón en casa o en la oficina.
Internet, Teléfonos y Radio: Las señales viajan por la ionosfera, una capa atmosférica cargada como un «cielo eléctrico». La tormenta la revuelve, distorsionando ondas como estática en una transmisión vieja. Llamadas que se cortan, streams que fallan o datos lentos –en un país tan conectado como México, esto duele.
GPS y Satélites: El GPS depende de satélites precisos, pero la ionosfera agitada retrasa o desvía las señales, como un eco en una cueva. Vuelos, entregas de comida o Uber podrían ir con retrasos. Además, satélites en órbita baja se «calientan» por la atmósfera hinchada, afectando TV satelital o apps de clima.
Estos efectos son «menores» según los expertos, pero acumulativos: duran horas o días, dependiendo de si hay más eyecciones solares en camino.
Lo bueno: no hay riesgo para la salud humana ni para la seguridad nacional. Nada de radiación letal; solo un recordatorio de que vivimos en un universo dinámico
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