
Cuernavaca, Morelos.— La sucursal de BBVA ubicada en Plaza Averanda se ve nuevamente envuelta en un grave escándalo de seguridad, tras repetidos asaltos a clientes que acaban de retirar efectivo en ventanilla. Testimonios de víctimas señalan una posible colusión entre empleados bancarios y delincuentes organizados, quienes conocen con precisión el monto retirado y la forma en que lo llevan los cuentahabientes.
El caso más reciente ocurrió este 29 de diciembre, cuando un joven fue asaltado a mano armada inmediatamente después de salir de la sucursal. Los delincuentes lo encañonaron y le exigieron exactamente la cantidad de dinero que había retirado minutos antes, información que solo conocían el cliente y los empleados del banco.
La víctima planea presentar una denuncia directa contra trabajadores de la institución, al considerar que alguien desde el interior filtró los detalles a los asaltantes.
No es un incidente aislado. Múltiples cuentahabientes han reportado patrones similares en esta y otras sucursales de Cuernavaca: retiros en ventanilla seguidos de robos inmediatos, donde los agresores demuestran conocimiento preciso de las sumas involucradas.
Algunos afectados han regresado furiosos a reclamar a gerentes y empleados, acusándolos de complicidad. A pesar de las denuncias presentadas ante autoridades, estas no avanzan con la celeridad requerida, generando impunidad y desconfianza.
El problema trasciende a BBVA. Autoridades estatales y municipales han identificado en 2025 una red de empleados bancarios actuando como «halcones» —informantes internos— que alertan a bandas criminales sobre clientes con grandes retiros. Sucursales de BBVA y Santander en plazas comerciales han sido señaladas recurrentemente.
El secretario de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca, Guillermo García Delgado, ha reconocido al menos 19 asaltos a cuentahabientes en lo que va del año.
Las investigaciones están en manos de la Fiscalía General del Estado (FGE), enfocadas en sucursales de Cuernavaca y Temixco.
A pesar de medidas como los 13 acompañamientos policiales realizados este año a ciudadanos que retiran efectivo, la sociedad muestra poca confianza en las autoridades.
Muchos prefieren no solicitar escolta por temor a que la propia policía esté involucrada o sea ineficaz.
La inacción de las autoridades bancarias agrava la crisis. Instituciones como BBVA no han implementado investigaciones internas visibles ni reforzado protocolos de seguridad, permitiendo que el esquema delictivo persista.
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Condusef deberían intervenir de inmediato para auditar estas sucursales y sancionar cualquier omisión.
Urge una acción contundente: la Fiscalía de Morelos debe procesar las denuncias acumuladas sin dilaciones, deteniendo a cómplices internos y desmantelando las bandas.
Los bancos, por su parte, tienen la obligación moral y legal de proteger a sus clientes, no de exponerlos. Mientras prevalezca la impunidad, Cuernavaca seguirá siendo un paraíso para la delincuencia organizada, con las autoridades como cómplices por omisión. La ciudadanía exige resultados, no más promesas vacías.
En días pasados el diputado local de Morena, Sergio Omar Livera Chavarría, presentó una iniciativa ante el Congreso de Morelos para reformar el Código Penal local y sancionar el «halconeo» bancario.
La propuesta busca castigar con penas de cárcel de hasta 26 años a los implicados en robos a cuentahabientes, incluyendo a empleados y ejecutivos bancarios que actúen como «halcones» o cómplices de los asaltantes.
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