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Dos años fueron suficientes para que el gobierno de Rafael Reyes Reyes en Jiutepec exhibiera su inexperiencia en la administración pública y la falta de transparencia, porque de acuerdo con el estado analítico de la deuda y otros pasivos correspondientes de marzo de 2018 a marzo de 2019, el edil que busca la reelección no solo creció la deuda pública del ayuntamiento sino que también rentó oficinas en plazas comercial, presuntamente a sobreprecios.
Conforme al documento oficial firmado por el tesorero municipal Ramiro Escobar Terrones y el edil, Rafael Reyes, en marzo de 2018, cuando gobernaba Manuel Agüero Tovar, el total de la deuda municipal y otros pasivos era de 358.2 millones de pesos pero en el primer semestre de gobierno de Reyes Reyes la deuda creció a 373.1 millones de pesos.
En ese documento oficial se cita que la deuda pública interna a corto plazo con BBVA Bancomer y Gobierno del estado, era hasta marzo de 2019, de 25.8 millones de pesos, mientras que la deuda pública interna a largo plazo estaba en 148.2 millones de pesos igualmente contraída con BBVA Bancomer y el Gobierno del estado.
En marzo de 2018 se estimó que el gobierno municipal de Jiutepec tenía 141.6 millones de pesos en efectivo y equivalentes, durante el gobierno de Manuel Agüero Tovar, pero en marzo de 2019, tres meses después de comenzar la administración de Reyes, la Tesorería municipal sólo registraba 27.1 millones de pesos.
Además de la creciente deuda pública y la merma en dinero en efectivo y equivalentes, Reyes Reyes también es criticado por el gasto que ejerce en la renta de oficinas en la Plaza Cedros donde ordenó el traslado de oficinas administrativas con un pago de 350 mil pesos mensuales, mientras que el valor real de la renta para oficinas en ese lugar es de 200 mil pesos, afirman clientes de la zona.
La medida adoptada por Reyes ha sido seriamente criticada porque en reiteradas ocasiones afirma que el gobierno municipal atraviesa por una crisis económica y se debe ajustar al criterio de la austeridad, pero pasó por encima de su discurso y ordenó la reubicación del sistema de agua potable con un pago de renta de 30 mil pesos, cifra superior a lo que pagaban en su anterior sede.
En dos años Reyes perdió el piso a Reyes y a sus amigos, como Luis Enrique Paganoni Sánchez y Miguel Eduardo Barrios Lozano, empresarios que financiaron sus dos campañas electorales y a la postre lo acompañaron en Obras Públicas y el Sistema de Conservación, Agua Potable, respectivamente.
Con ambos, de acuerdo con versiones de trabajadores del Ayuntamiento, tuvo diferencias por acusarlos de actuar de forma irregular en sus cargos, con acciones de corrupción y desvío de recursos, pero nada de eso fue comprobado y tampoco se hizo público.
Los mismo sucedió con Luis Édgar Castillo Vega, designado director de Industria, Comercio y Servicios, cesado por el alcalde en condiciones poco claras de su primer cargo.
