CORRE DELEGADA DE PGR A REPORTEROS

Reclamos y más reclamos recibió esta tarde la delegada de la Procuraduría General de la República,, Gabriela Prietto Avalos , a las puertas de esta dependencia, cuando obligada por las circunstancias salió a pedir a los reporteros “que se les dejará hacer su trabajo”, pues al parecer no quería tener testigos incomodos de un acto de represión que iba a ordenar, esto es desalojar a una veintena de familiares de los 12 policías federales que se encontraban a la salida de la delegación impidiendo el traslado de su familiares, por considerar esto como una injusticia y traición de la Policía Federal a sus elementos.

Inicialmente la funcionaria federal, escoltada por una valla de policías federales se dirigió a los reporteros, para insistir en que se les dejara hacer su trabajo, pese a que los comunicadores no encontraban si bien frente a la dependencia, estaban en la calle, en este caso llamada Modesto Rangel.

Pero fueron los abogados de los 12 policías federales detenidos, los que manifestaron sus reclamos a la delegada, porque sus defendidos estaban incomunicados, pues muchos de ellos desde las nueve de la mañana en que solicitaron una entrevista con sus clientes se las habían negado, e incluso uno de ellos había sido sacado de las instalaciones con lujo de violencia por los esbirros de la delegada, además de que no les habían informado a donde iban a ser arraigados ni porque delitos.

Al mismo tiempo reporteros recriminaron a la funcionaria federal su actuación al negarse a dar información, pero además al pedir que se abandonara la calle “para dejarlos hacer su trabajo”, y por igual se le señaló la actitud intimidatoria de sus colaboradores, al fotografiar desde la azotea a los comunicadores, que desde temprana hora permanecían frente a la delegación, entrevistado a familiares y abogados de los 12 detenidos.

Esta desafortunada actuación del personal de la delegación de la PGR, arreció a las 16.30 horas, cuando agentes femeninos desde el interior de la caseta de vigilancia, por una de las ventanas, llamó a los reporteros para decirles que “pasaran a una entrevista con la delegada, que se registraran, pero que pasaran sin cámaras”, lo que los comunicadores rechazaron.

Diez minutos más tarde, salió un joven que se identifico como Sergio Vargas responsable de comunicación social de la PGR, a pedir que los reporteros se fueran del lugar, para que se les dejará hacer su trabajo, pues insistían en que se les bloqueaba el paso a las cinco camionetas estacionadas en la calle también y en las que se iban a llevar a los doce detenidos.

Finalmente a las 16.50 horas, salió la delegada Gabriela Prietto a hacer la misma petición que los reporteros calificaron de absurda, pues no ocupaban ningún espacio de la dependencia, sino de la calle, pero esta sucumbió a los cuestionamientos y acusaciones de los abogados, por lo que tuvo que permitirles el acceso, para darles la información jurídica a la que tienen derecho ellos y los detenidos, para saber algo tan elemental, a que lugar serían llevados a cumplir con la determinación de un juez, de ser arraigados por 40 días, tras haber participado en un operativo en el que por una confusión balacearon una camionera de la Secretaría de Relaciones exteriores, en la que viajaban dos empleados de la embajada de los Estados Unidos y un elemento de la Marina, el pasado viernes por la mañana en la carretera federal, México-Cuernavaca a la altura del kilómetro 51.

Finalmente tras acceder a “dar audiencia” a los abogados de los policías, para explicarles la determinación del juez, de arraigar a los doce detenidos por 40 días para ahondar en las investigaciones y determinar la responsabilidad de todos y cada uno de ellos, así como el lugar donde cumplirán ese arraigo, los abogados salieron e informaron de todo esto a los familiares que protestaban a las puertas de la Delegación y ya con la información reclamada, y del domicilio donde estarán cumpliendo el arraigo, accedieron ayer a las 18.00 horas, permitir que se los llevaran al Centro Nacional de Arraigos, localizado en la ciudad de México, sin mayores problemas, tras horas de haber estado esperando que la delegada y sus colaboradores, los recibieran y les dieran estos datos.