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Ana Lilia Mata.
Comerciantes ambulantes del centro histórico de Cuernavaca generaron caos por más de tres horas, luego de haberse enterado que el ayuntamiento de Cuernavaca los removió de los lugares donde por años han vendido sus productos.
En medio de gritos, empujones y en momentos hasta los golpes estuvieron a punto de dar los vendedores, mientras reclamaron nunca se les avisó que durante el 15 y 16 de septiembre no venderían, porque los lugares donde se ubican estaban ya ocupados por otros negocios recién instalados.
A escasos metros del palacio de gobierno un grupo de por lo menos 50 comerciantes amenazó con boicotear los festejos del Bicentenario de la Independencia si se percataban que algún negocio vendía comida, porque el ayuntamiento de Cuernavaca justificó su acción al señalar que por seguridad de los ciudadanos asistentes a los festejos, no se permitirían negocios con gas LP.
Amarraron los carritos donde regularmente calientan los esquites y los elotes en una sola hilera y por dos horas aproximadamente evitaron el paso al kiosco, por lo menos de una entrada del lugar.
“No nos dejaremos, estamos juntos compañeros y si vemos que al rato uno de estos negocios que apenas instalaron venden comida, nosotros mismos los quitamos”.
Los golpes estuvieron a punto de darse cuando uno los comerciantes acusaron a Sergio Benítez, uno de sus líderes de haber vendido los espacios sin haberles avisado, sin embargo, supervisores de Licencias del gobierno de Cuernavaca intervinieron y los ánimos se calmaron.
Entonces, los comerciantes aceptaron la reubicación de sus negocios en la calle Comonfort, por lo menos la noche del Grito y mañana, volverán a sus lugares luego del desfile tradicional del 16 de septiembre.
