En el ayuntamiento de Cuernavaca se predica con el ya conocido: “al amigo justicia y gracia y al enemigo solo justicia”. Es lo que viven varios empresarios que, en últimas fechas han sido hostigados por el grupo de élite de la dirección de licencias de funcionamiento, que lo conforman, como Miguel Ángel Mariaca, David Ocampo y Alfredo Salgado. Este grupo se dedica a extorsionar a comerciantes, y en ocasiones a cerrar negocios que están en contra del alcalde Manuel Martínez Garrigos. Así queda claro que la ley no es pareja.
El director de mejora regulatoria José Luis Borbolla es uno de los que actúa con total impunidad, ya que el negocio propiedad de su familia, “El rincón del bife” estaciona los vehículos sobre la calle Sonora, de la colonia Vista Hermosa, mismos que invaden la calle y ocasionan caos vial sobre la avenida San Diego.
De esta misma impunidad gozan los negocios Ocean Drive y Papa’s Bill, éste último, ubicado a una cuadra de las instalaciones de Tránsito Municipal. No hay ninguna sanción a pesar de las constantes quejas de los vecinos, del alto volúmen y el caos vial que provocan estos negocios, ubicados en una zona residencial.
Los vecinos acusan que José Luis Borbolla, encargado de regular y autorizar la apertura de establecimientos, no cumple con su trabajo y el cargo es sólo para llevar más ingresos a su bolsillo.