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Las recientes declaraciones, primero del secretario de Gobierno, Jorge Messeguer y después del procurador general de justicia, Rodrigo Dorantes Salgado de que habrá más cambios en esta institución, provocaron desde el día de ayer que se intensificaran los rumores sobre qué se dará un enroque entre Adriana Pineda Fernández que será removida de la Subprocuraduría General a un puesto de menor importancia, en la Subprocuraduría de Combate a la Delincuencia Organizada y que el fiscal de ésta, el ex director de Averiguaciones Previas e Investigaciones, hoy Subprocurador de Delincuencia Organizada, Ricardo Flores Delgado, será nombrado encargado de despacho en el lugar que ocupaba Adriana Pineda.
De esta manera, la salida de Adriana Pineda es interpretada por el personal de la PGJ como una estrategia de fortalecimiento del titular de la PGJ, el fiscal Rodrígo Dorantes, en el ejercicio de sus funciones, luego de que siempre se evidencio que desde la Subprocuraduría General, “le jugaban las contras y se le disputaba el mando y autoridad”, prueba de ello, los recientes señalamientos que hicieron los policías ministeriales, al denunciar que Adriana Pineda, estaba “metiendo las manos en la Policía Ministerial”, aprovechándose de la incapacidad de su titular, Nicolás Suárez Valenzuela, desestabilizando la corporación, hasta que logró que este renunciara, para imponer como encargado de despacho a Juan Manuel Machado Agüero, un policía de breve carrera y escasos resultados.
Tal y como sucedió con Nicolás Suárez Valenzuela, lo primero fueron los rumores de su cese de la Coordinación General de la Policía Ministerial, mismos que después se confirmaron, hoy de la misma manera se conoce a manera de rumor la salida de la Subprocuraduría General de Adriana Pineda, para que su lugar sea ocupado paradójicamente por Ricardo Flores, un personaje que por igual hasta hace unos meses era incondicional de la subprocuradora, prueba de ello es que se afirma que fue esta la que lo promovió a la Subprocuraduría de Combate a la Delincuencia Organizada.
Pero personal de la misma procuraduría no deja de señalar que Ricardo Flores, tendría severos impedimentos legales, no sólo para ser subprocurador general, sino subprocurador de Delincuencia Organizada, pues tiene en su haber dos sanciones hechas por la misma Visitaduría General de la PGJ, incluso con suspensiones de labores, por abusos cometidos en el ejercicio de sus funciones como agente del Ministerio Público, además de los graves señalamientos que le hiciera recientemente el abogado Miguel Ángel Rosete, quien lo acusó de estarle fabricando delitos, luego de haber exhibido sus actuaciones fuera de la ley, en una denuncia de despojo hecha en el municipio de Tepoztlán, que a la fecha, afirma él abogado, se ha traducido en un proceso judicial federal, en contra del mismo Ricardo Flores, y algunos de sus colaboradores.
