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Hoy Morelos se convierte en uno de los estados de vanguardia en tratamiento de adiciones al implementar tribunales en la materia que permitirá distinguir a consumidores de verdaderos narcomenudistas.
Con el nuevo sistema de justicia que tiene la entidad se planteo una nueva forma de justicia alternativa y cuando alguien cometa un delito de bajo impacto bajo los influjos de alguna sustancia legal o ilegal podría permutar su pena por una tratamiento para su salud y no consumir más enervantes.
Dentro de los datos que ofreció María de los Ángeles Fromow secretaría técnica de Coordinación para la Implementación del Sistema de Justicia Penal explicó que en el año 2013 el consumo de drogas pasó de 2.4% al 4.6% entre personas de 18 a 34 años de edad.
El 56.6% internos en un penal según la Encuesta Nacional de Adicciones explicó que consumió droga o alguna otra sustancia seis horas antes a la comisión de un delito. En el 2011 el 58.8% sentencias fueron de menos tres años por delitos no graves que se cometen bajo los influjos de alguna sustancia ilegal o legal.
Según el Plan nacional de desarrollo se establece la necesidad de reducir consumo de droga y con ello la inseguridad basándose en el artículo 18 constitucional que establece base a respeto a los derechos humanos, por eso con el Tribunal de adicciones los imputados que comentan delitos no graves bajo influjo legal o ilegal se someta a un tratamiento en vez de una pena privativa de la libertad bajo sistema de supervisión.
El Tribunal tiene el objetivo también de despresurizar los procesos penales, protege el derecho a la salud destacando que en México es la primera vez que se establece un tribunal de esta índole mientras que en Estados Unidos existen a la fecha 2 mil 600 tribunales de tratamiento de adicciones.
La autoridad reconoció que se incremento la violencia y el robo en cualquiera de sus modalidades, la violencia familiar que representan el 60% de delitos de bajo impacto en 2013 de los cuales están vinculados a sustancias legales o ilegales y tratarlos de forma diferente y reintegrar a los individuos a la sociedad es la mejor opción para verlo como un problema de salud y no un asunto penal.
