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Al participar en el IV Foro Mundial del Agua, Juan Carlos Valencia Vargas, secretario ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua (CEAGUA), aseguró que en Morelos la implementación de acciones y políticas públicas relacionadas con la adaptación al Cambio Climático son una prioridad, ya que es mejor invertir en prevención que en atención a contingencias.
Ante representantes de diversas nacionalidades y acompañado por integrantes del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), UNESCO y la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS); además de Consultores del Banco Mundial, Valencia Vargas señaló que prevenir cuesta, al menos, veinte veces menos que reconstruir, por ello es fundamental la planeación y atención a los cambios de patrones que ha traído el Cambio Climático.
En este tema, detalló que la temperatura de la tierra ha aumentado entre 0.5 y 1.0 ˚C, esto ha traído como consecuencia alteración en los patrones de lluvia.
Para el caso de Morelos, dijo, un ejemplo significativo de las alteraciones se presentó en 2014, considerado como el año más cálido de la historia, según la Organización Meteorológica Mundial, y el más lluvioso en México desde 1968.
Apuntó que para mitigar el Cambio Climático, México se ha comprometido a reducir en 22 por ciento, la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y generar 43 por ciento de energías limpias al 2030.
“Aunque hoy se dejaran de emitir Gases de Efecto Invernadero la alteración de clima ya se generó, por eso la adaptación es urgente”, resaltó.
Bajo esta premisa, indicó que en Morelos, desde hace dos años se realizan acciones para proteger contra inundaciones fluviales a los 16 mil habitantes que viven en zonas de riesgo.
“Hemos desazolvado 40 kilómetros de ríos y barrancas y sobreelevado algunos tramos más para mejorar el funcionamiento hidráulico de los afluentes, con estas acciones hemos minimizado riesgos de inundaciones fluviales”, agregó.
También comentó que se proyecta un Sistema de Monitoreo automático de ríos en tiempo real con el Fondo de Prevención de Desastres Naturales, y se construyen obras de regulación para controlar las avenidas.
Todo lo anterior con la finalidad de mejorar la calidad de vida de los habitantes ribereños e impactar benéficamente en las generaciones futuras.
