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Crece la inconformidad entre los diferentes líderes del transporte público en el estado, pues a la par que se insiste en el inminente arribo a la Secretaría de Movilidad y Transporte de Jorge Messeguer en substitución de Manuel Santiago Quijano, por igual trascienden los nombres de conocidos ex funcionarios cuestionados por presunta venta y tráfico de concesiones y permisos para «taxis piratas», que ya se reparten los cargos y plazas, como botín.
En este tenor se insiste en la salida de la Subsecretaría de Movilidad y Transporte de Jesús Lobato, para que su lugar sea ocupado Marino Martínez Román que desde hace meses anhela llegar a esta dependencia para seguir con lo que parece ser un «negocio redondo» además en la Dirección General del Transporte, el profesor Noé Sandoval se afirma que tendrá que dejar el cargo, para que lo ocupe de nueva cuenta Francisco Maldonado Huete, quien fuera cuestionado por solapar la corrupción y no resolver los problemas del transporte que hoy siguen vigentes.
En la jefatura de placas se sabe que se pretende imponer a Jenny Gómez, por intromisión de su tío Juan Gabriel Gómez, quien así quiere cobrar su «cuota de poder», luego de ver frustradas sus aspiraciones políticas a la alcaldía de Emiliano Zapata lo que fue calificado por sus propios compañeros como «chapulín político», ya que lo mismo se le puede ver junto a Manuel Martínez Garrigós que con funcionarios del gobierno perredista de la Visión Morelos.
Otro de los que a decir de los transportistas «esta reapareciendo» es Israel Camacho Huerta el ex brazo derecho de David Gómez Basilio, otro frustrados aspirante a la diputación de Emiliano Zapata por el Partido Verde quien tras haber sido acusado de actos de corrupción ahora pretende volver a meter las manos en la SM y T por medio de su hermano Jaime Camacho, a quien pretende imponer en la delegación de Jiutepec.
Con este «selecto grupo de colaboradores», muchos de los cuales «operaron» la venta de concesiones en la zona metropolitana y oriente del estado, con millonarias ganancias, es que afirman los transportistas, parece que se le pretenden imponer como «equipo» a Jorge Messeguer, lo que lejos de ayudar a resolver los graves problemas que se tienen en el sector, los agravará y le seguirá significando mayores conflictos al gobierno estatal, pues a la par que persista la corrupción, seguirán las críticas y descalificaciones en contra de la administración estatal, ya no sólo por los concesionarios sino por la sociedad en general, tal y como ha venido ocurriendo
