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Mientras que los cinco elementos de la Policía Turística de Cuernavaca que se vieron involucrados en el zafarrancho que protagonizaron entre ellos mismos, el pasado domingo en el antro de mala muerte «La China» del Ejido de Acapantzingo, están sujetos a procedimiento administrativo y les están exigiendo su renuncia, a su ex jefa «sólo la cambiaron de operativa a administrativa», denunciaron indignados elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la capital del estado.
De acuerdo a información que proporcionan los propios elementos de la SSC de manera anónima, el zafarrancho entre policías comenzó al disputarse «el amor» de su compañera, Lizeth Vázquez, Ricardo Soriano Sebastián y Javier Salazar quienes comenzaron a pelear ferozmente al calor de las copas por su damisela, sacando la peor parte Ricardo Soriano que quedó conmocionado y desde entonces se le reporta grave.
Por igual participaron en la riña los demás acompañantes, José Luis García de la Rosa y Armando Vázquez Aguirre, además de que afirman los elementos inconformes, la entonces directora, Sonia Fuentes al ver la magnitud del enfrentamiento saco su arma y encaño a sus propios compañeros para evitar que las cosas pasarán a mayores.
Ante ello los elementos de la SSC destacaron y cuestionaron a sus propios jefes y mandos superiores de la Comisión Estatal de Seguridad, «si Sonia Fuentes, estaba de franca o de descanso porque llevaba su arma de cargo», pero lo que más denunciaron es «cómo es posible que se haga gala de tanta impunidad e injusticia, ya que mientras a todos los demás involucrados se les inicio proceso administrativo y se les está exigiendo que renuncien en por las buenas, a Sonia para evadir toda responsabilidad y sanción sólo se le cambio de operativa y administrativa con el argumento de que la plaza de ella era administrativa».
Ante ello agregaron los policías indignados, «peor aún, si ella era administrativa, como es que cobraba como comandante» y preguntaron públicamente y denunciaron: «quien protege o apadrina a Sonia Fuentes? Porque ella vocifera que el comisionado Jesús Alberto Capella la protege por recomendación de funcionarios del Ayuntamiento de Cuernavaca, que la impusieron en la SSC».
Esto luego de que se afirma en el municipio de Jiutepec, donde antes se desempeñaba, por igual sonsaco a sus compañeros a irse de parranda a otro bar de «mala muerte» y protagonizo otro zafarrancho, siendo entonces removida a Cuernavaca, en donde además ahora que estaba como Jefa de la Policía Turística, utilizaba dos vehículos oficiales para su uso personal, pero de estos sólo uno es el que realmente usaba y el otro lo tenía estacionado, pero de todas formas exigía su dotación de 30 a 40 litros de gasolina por día, que siempre se la daban por la protección e impunidad de que hace gala «, terminaron diciendo los denunciantes, al tiempo de exigir que se acaben este tipo de privilegios que sólo provocan el malestar y desanimo entre «la tropa».
