Ana Lilia Mata.
En tan sólo un año de trabajo, los diputados locales se han gastado más de 4 millones de pesos en instalar oficinas “cómodas” para trabajar, comprar vehículos nuevos y en otorgarse préstamos a discreción para salir de problemas personales.
Un grupo no mayor a 20 legisladores locales son los que se han visto más beneficiados con el presupuesto del Poder Legislativo, ya que son los que solicitaron oficinas remodeladas y lujosas, tal es así que se les instaló sistema de aire acondicionado y alfombra.
Con el pretexto de que las instalaciones del Congreso local son viejas, los priistas, panistas y el representante de Nueva Alianza se aprobaron 3 millones de pesos para reacondicionar el inmueble donde trabajan.
Además, al inicio de este año la Junta Política y de Gobierno aprobó la compra de 10 vehículos nuevos, de lujo y último modelo. Unidades que rebasan el medio millón de pesos, con el pretexto de que los legisladores no pueden aportar su vehículo particular para el trabajo legislativo.
Algunos otros, necesitados de dinero para asuntos personales y de partido requirieron a la Conferencia préstamos hasta por medio millón de pesos que a la fecha no han empezado a pagar.
El Comité de Vigilancia ha informado que todos estos gastos onerosos son permitidos por la Ley, de hecho el presidente de este órgano dijo que se permiten créditos por 10 mil pesos, tanto para trabajadores como diputados, lo que indica que los legisladores violaron la Ley.
Pese a lo anterior y de manera extraña, los diputados se negaron a aplicar una auditoría al gasto del Congreso local y también se han negado a aportar información de los gastos. Lo que es un hecho, es que algunos diputados han advertido crisis financiera al final de este año.